Rooted in Resistance: Harm Reduction as Love in Action
- H B
- May 27
- 4 min read

There’s a difference between surviving and being seen.
In this world—especially in this political moment—people who use drugs are often seen as disposable. Addicted, criminalized, judged. Conversations about mental health soar in popularity each May, but too often, those with the most complex realities are erased from the narrative.
At Yaya Por Vida, we don’t separate mental health from harm reduction—because we live at the intersection.
We know what it means to carry trauma through the body. We know what it means to reach for something—anything—to cope. And we know that healing isn’t linear, clinical, or sanitized.
Healing is messy.
Healing is artistic.
Healing is community.
Healing is choice.
What Harm Reduction Really Means
Harm reduction isn’t a slogan. It’s a survival strategy created by people who had to take care of each other when systems failed.
It means showing up with clean supplies before you show up with judgment.
It means offering naloxone before offering shame.
It means believing that people deserve care, whether or not they’re ready to quit.
It means accepting that people are more than their coping mechanisms.
For us, harm reduction is love in action.
We meet people where they are—not where systems expect them to be.
Culture Heals What Systems Harm
Our work is rooted in music, memory, movement, and making. We use art not to decorate but to decolonize. We use rhythm to replace routine trauma. We use poetry and paint like protest and prayer.
You won’t find checklists here. You’ll find connection.
From beat-making circles to grief altar workshops, we believe in healing that’s loud, alive, and led by the people who’ve been through it.
We’ve danced through pain.
We’ve painted through loss.
We’ve created through chaos.
And we’ve built community through all of it.
A System That Cuts You Can’t Save You
Right now, public health budgets are being gutted. Mental health funding is disappearing. And overdose rates are rising.
So once again, it’s grassroots harm reduction organizations—like ours—that are left to respond. No million-dollar grants. No state contracts. Just people-powered care.
If we’re being honest, that’s our strength.
Because nobody can take away what’s rooted in truth.
What You Can Do Right Now
You don’t need a title or a degree to be part of this.
You can:
• Share our story
• Donate to grassroots orgs
• Call out harmful policy
• Create space for someone in pain
• Make art instead of assumptions
Above all, take care of each other in a way this system never has.
We’re not waiting to be saved. We’re building what we need.
And if you’re reading this—you’re part of it.
Welcome to harm reduction. Welcome to radical care.
This is Yaya Por Vida.
Hay una diferencia entre sobrevivir y ser visto.
En este mundo—especialmente en este momento político—las personas que usan drogas suelen ser vistas como desechables. Adictas, criminalizadas, juzgadas. Las conversaciones sobre salud mental ganan popularidad cada mayo, pero con demasiada frecuencia, quienes viven las realidades más complejas son borradxs del relato.
En Yaya Por Vida, no separamos la salud mental de la reducción de daños—porque vivimos en esa intersección.
Sabemos lo que significa cargar el trauma en el cuerpo.
Sabemos lo que es buscar algo—lo que sea—para sobrellevar.
Y sabemos que sanar no es lineal, ni clínico, ni esterilizado.
Sanar es caótico.
Sanar es arte.
Sanar es comunidad.
Sanar es elección.
Lo Que Realmente Significa la Reducción de Daños
La reducción de daños no es un eslogan. Es una estrategia de supervivencia creada por personas que tuvieron que cuidarse mutuamente cuando los sistemas fallaron.
Significa llegar con insumos limpios antes que con juicios.
Significa ofrecer naloxona antes que vergüenza.
Significa creer que las personas merecen cuidado, estén o no listas para dejar de usar.
Significa aceptar que las personas son mucho más que sus mecanismos de afrontamiento.
Para nosotrxs, la reducción de daños es amor en acción.
Nos encontramos con las personas donde están—no donde los sistemas esperan que estén.
La Cultura Sana Lo Que Los Sistemas Dañan
Nuestro trabajo está enraizado en la música, la memoria, el movimiento y la creación. Usamos el arte no para decorar, sino para descolonizar. Usamos el ritmo para reemplazar el trauma rutinario. Usamos la poesía y la pintura como protesta y oración.
Aquí no encontrarás listas de verificación.
Encontrarás conexión.
Desde círculos de creación musical hasta talleres de altares para el duelo, creemos en una sanación que sea ruidosa, viva y guiada por quienes han vivido el proceso.
Hemos bailado con el dolor.
Hemos pintado en medio de la pérdida.
Hemos creado desde el caos.
Y hemos construido comunidad en todo ese trayecto.
Un Sistema Que Te Corta No Puede Salvarte
En este momento, los presupuestos de salud pública están siendo recortados. La financiación para salud mental está desapareciendo. Y las tasas de sobredosis están en aumento.
Una vez más, son las organizaciones comunitarias de reducción de daños—como la nuestra—las que tienen que responder. Sin subvenciones millonarias. Sin contratos estatales. Solo cuidado impulsado por el pueblo.
Y si somos honestxs, esa es nuestra fuerza.
Porque nadie puede quitar lo que está enraizado en la verdad.
⸻
Qué Puedes Hacer Ahora Mismo
No necesitas un título ni un diploma para ser parte de esto.
Puedes:
• Compartir nuestra historia
• Donar a organizaciones de base
• Denunciar políticas dañinas
• Crear espacio para alguien en dolor
• Hacer arte en lugar de suposiciones
Y sobre todo, cuida de los demás como este sistema nunca lo ha hecho.
No estamos esperando ser salvadxs. Estamos construyendo lo que necesitamos.
Y si estás leyendo esto—ya eres parte de ello.
Bienvenidx a la reducción de daños.
Bienvenidx al cuidado radical.
Esto es Yaya Por Vida.
Komentarze